La seguridad de una nación es su prioridad principal y la tecnología de espacios inteligentes puede ayudarnos a conseguirlo. Veamos cómo contribuimos a lograrlo conectando cientos de bases militares en Estados Unidos.  

Es fácil subestimar la magnitud de las bases militares. En Estados Unidos hay más de 300 y en algunas viven decenas de miles de militares, además de miles de civiles que trabajan en la base para prestar servicios de apoyo. En todo el mundo, el ejército estadounidense emplea a más de un millón de personas, muchas de las cuales viven en bases militares.

Estas bases son como pueblos —o miniciudades— por derecho propio. Además de miles de viviendas, hay tiendas, escuelas y hospitales, todo lo que cabría esperar en una comunidad urbana. No obstante, la vida «dentro del perímetro» puede plantear muchos retos, uno de los cuales gira en torno a la conectividad.

Bases militares: avanzando desde un mundo analógico

La mayoría de las bases militares se crearon justo después de la Segunda Guerra Mundial para mantener la estabilidad en el planeta. Al ser anteriores al mundo digital, a veces se observan algunos contrastes peculiares al compararlas con las urbes vecinas. De hecho, muchas bases están atrasadas con respecto a las zonas urbanas que las rodean en cuanto a conectividad móvil, suministro de banda ancha a los hogares y uso de la tecnología de espacios inteligentes.

En los últimos 20 años, esta diferencia se ha vuelto cada vez más significativa. La conectividad digital es fundamental en el modo de vida actual de la gente, también para los miembros de las fuerzas de defensa. Necesitamos de la conectividad para mantenernos en contacto con amigos y familiares, para gestionar servicios como la banca y la salud, y para entretenernos, ya sea viendo un programa de televisión o con un videojuego.

La conectividad, o la falta de ella, puede afectar a la moral. Y la moral siempre ha sido vital en el ejército: desde la antigüedad, el estado mental de los combatientes es tan importante como la armadura y el armamento para triunfar.  Y como la conectividad no ha llegado a las bases militares al mismo ritmo que a los centros urbanos, quienes viven en ellas a menudo se ven en desventaja. Esta situación afecta negativamente a la moral, el reclutamiento y la retención del personal. Imagina no poder ponerte en contacto con tus seres queridos durante un despliegue o tener que lidiar con velocidades de internet lentas para realizar tareas básicas. Si la vida militar resulta solitaria debido a una conectividad inadecuada, los candidatos pueden pensárselo dos veces antes de aceptar un puesto y el personal actual puede valorar la posibilidad de marcharse.

Preparación: una verdadera razón para la conexión

Más allá del bienestar mental, la conectividad se traduce directamente en preparación militar. Es sorprendente lo absoluta que puede ser la vida militar a este respecto y cómo puede dar forma a la vida diaria. Dentro de nuestro propio equipo de Boldyn Networks, Lou Zeisman, veterano del ejército estadounidense, recuerda que cuando estaba basado en Fort Liberty, en Carolina del Norte, debía estar preparado para poder movilizarse las 24 horas, todos los días de la semana. Tanto era así que tenía que estar localizable siempre en su teléfono móvil. Si Lou quería cortar el césped fuera de su cuartel, había una zona específica a la que no podía llegar, ya que quedaba fuera de la cobertura de su móvil, una zona donde la disponibilidad podría haberse visto comprometida.

Suministrar conectividad inteligente a las bases

Trabajamos con unas 200 bases militares de Estados Unidos para proporcionarles infraestructuras de conectividad vanguardistas con el fin de que puedan aprovechar al máximo las tecnologías inteligentes disponibles ahora y en el futuro. Recientemente hemos completado el despliegue de conectividad en las instalaciones de adiestramiento de combate básico del Ejército de Estados Unidos en Fort Jackson, Carolina del Sur, las más extensas y activas. Las infraestructuras que hemos instalado comprenden más de 26 km de cableado de fibra óptica y docenas de nodos de Small Cells en una extensión de 21,500 ha. Proporcionarán conectividad inalámbrica a casi 100,000 militares y a sus familias, así como al personal de apoyo.

Con la conectividad firmemente establecida, una base como Fort Jackson puede comenzar a hacer uso de las posibilidades que ofrece la tecnología de espacios inteligentes. Al igual que una ciudad convencional, una base militar puede explorar soluciones para hacer un uso de la energía más inteligente, por ejemplo, con sensores para calentar e iluminar las zonas de trabajo durante su uso, que entren automáticamente en reposo cuando quedan vacías, controlar los niveles de ocupación en el interior para optimizar los sistemas de aire acondicionado o mejorar la seguridad en las bases con cámaras de alta definición para seguir mejor los movimientos de las personas. Gracias al 5G, incluso será posible utilizar drones no tripulados y vehículos sin conductor para transportar equipos, provisiones —e incluso personas— de forma más eficiente en la base.

Un enfoque único para las asociaciones a largo plazo

Nuestro equipo cuenta con el asesoramiento de un grupo de militares retirados de alto rango, lo que nos ofrece una perspectiva incomparable, influencia única, y nos proporciona acceso a personas y organismos a los que la competencia sencillamente no puede llegar.

Por tanto, entendemos las presiones logísticas que supone completar proyectos de infraestructura en las bases. Sabemos que «instalar 5G» no consta en la descripción del puesto de trabajo de nadie: el personal militar tiene compromisos más urgentes que debe priorizar. Y cada rama militar sigue un proceso diferente para desplegar infraestructura comercial de telecomunicaciones, mientras que cada base tiene la capacidad de modificar esos procesos, por lo que la burocracia puede ser problemática.

También comprendemos que los soldados, la marina, las fuerzas aéreas y los marines a los que servimos pueden no estar en la base todo el tiempo que requiere la instalación de un proyecto. Es como pasar un relevo: nos aseguramos de que el proyecto no se frene cuando hay cambios en la línea de mando. Mantenemos la interacción para asegurarnos de recogerlo donde otro lo dejó y garantizar una continuidad sin fisuras.

Además, hemos estructurado nuestro negocio de forma singular. Hemos formado asociaciones con las empresas privadas responsables de construir y mantener las viviendas de la base. Hemos firmado acuerdos que nos permiten instalar infraestructuras de neutral host mediante un proceso de aprobación optimizado. Esto significa que a menudo estamos preparados para alojar a los principales operadores de red sin necesidad de superar obstáculos de planificación. Así ahorramos tiempo al personal militar, ya que nuestras conexiones con altos cargos permiten que, en ocasiones, necesitemos una única aprobación para proceder. Igualmente, nuestros contactos con altos mandos de la marina nos proporcionan una forma alternativa de acceder a la mayoría de las bases navales. Nuestro compromiso va más allá de los cables, las torres y los nodos. Consiste en apoyar a quienes sirven al país y de asegurarnos de que la conectividad sea parte integral de la vida militar.

Estamos profundamente agradecidos con las fuerzas militares que salvaguardan nuestra seguridad y es para nosotros un honor ser el socio de confianza de más de 75 bases militares de los Estados Unidos. Al ostentar los derechos para proporcionar infraestructuras de comunicaciones a más de 40 bases adicionales, nos entusiasma anticipar un futuro en el que la conectividad sin interrupciones en todas las bases garantice un desarrollo de operaciones con eficacia y sin problemas, un futuro en el que conectividad signifique no tener nunca necesidad de dejar el césped sin cortar.